En el siglo XXI y en plena globalización, cuando los descubrimientos cientificos y las novedades tecnológicas invaden nuestra sociedad, las ventajas competitivas ya no se obtienen por el bajo coste de la mano de obra y la disponibilidad de recursos naturales.
Ahora, la clave del crecimiento reside en la capacidad y la disposición de las empresas de invertir en la innovación de sus productos, sus procesos tecnologicos y sus sistemas de información y gestión.
Pero este proceso sigue resultando muy dificil ya que pocas empresas disponen de los fondos necesarios y menos aún, saben que la obtención de ayudas para la financiación de sus proyectos ya no pasa exclusivamente por los bancos o la administración pública sino de una forma muy importante, por los Fondos Europeos.
A través de los Fondos Estructurales y de Cohesión (FEDER, FSE, FC) y de los Fondos Complementarios (FEADR, FEP) se financian en estos momentos más de 400 tipos de Proyectos Europeos, destinados a conseguir en el periodo 2007-2013 los tres Objetivos Prioritarios que marca la UE. Esto es: Convergencia, Competitividad regional y grado de ocupación y Cooperación territorial europea.
Muchos de estos proyectos están relacionados con el desarrollo sostenible, el aumento de la competitividad y el empleo estable, de manera que puedan contribuir decisivamente a la mejora del atractivo de las regiones europeas, el apoyo a la innovación, el fomento del espiritu empresarial, el crecimiento de la economia del conocimiento, la creación de más empleo y de mejor calidad y, lo que es más importante que todo, el aumento y mejora del capital humano.
Los que están llamados a utilizar estos Fondos para los fines mencionados, somos todos nosotros: las pymes y grandes empresas, las asociaciones empresariales y las que se dedican a fines sociales, las administraciónes locales/regionales, las redes de información y los institutos tecnológicos, los centros de investigación, las universidades, los hospitales, los trabajadores del campo y los pescadores para que entre todos podamos realizar una sociedad en la que vivir no represente un pesar sino un continuo motivo de orgullo.
Ahora, la clave del crecimiento reside en la capacidad y la disposición de las empresas de invertir en la innovación de sus productos, sus procesos tecnologicos y sus sistemas de información y gestión.
Pero este proceso sigue resultando muy dificil ya que pocas empresas disponen de los fondos necesarios y menos aún, saben que la obtención de ayudas para la financiación de sus proyectos ya no pasa exclusivamente por los bancos o la administración pública sino de una forma muy importante, por los Fondos Europeos.
A través de los Fondos Estructurales y de Cohesión (FEDER, FSE, FC) y de los Fondos Complementarios (FEADR, FEP) se financian en estos momentos más de 400 tipos de Proyectos Europeos, destinados a conseguir en el periodo 2007-2013 los tres Objetivos Prioritarios que marca la UE. Esto es: Convergencia, Competitividad regional y grado de ocupación y Cooperación territorial europea.
Muchos de estos proyectos están relacionados con el desarrollo sostenible, el aumento de la competitividad y el empleo estable, de manera que puedan contribuir decisivamente a la mejora del atractivo de las regiones europeas, el apoyo a la innovación, el fomento del espiritu empresarial, el crecimiento de la economia del conocimiento, la creación de más empleo y de mejor calidad y, lo que es más importante que todo, el aumento y mejora del capital humano.
Los que están llamados a utilizar estos Fondos para los fines mencionados, somos todos nosotros: las pymes y grandes empresas, las asociaciones empresariales y las que se dedican a fines sociales, las administraciónes locales/regionales, las redes de información y los institutos tecnológicos, los centros de investigación, las universidades, los hospitales, los trabajadores del campo y los pescadores para que entre todos podamos realizar una sociedad en la que vivir no represente un pesar sino un continuo motivo de orgullo.
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