martes, 9 de junio de 2009

SALIR A NAVEGAR CON VIENTO DE PONIENTE




Los días con viento de poniente se caracterizan por un mar en calma que anima al navegante novato a adentrarse en la mar, comprobando como a medida que nos alejamos de la costa las condiciones empeoran, y cuando ya le hayamos dado suficiente distancia al viento para crear potentes olas nos encontramos en pleno temporal.

La situación actual de las empresas es similar, tras unos años de fácil navegación nos encontramos en plena recesión y debemos poner a salvo nuestra tripulación y nuestro barco.

Pocas cosas positivas tienen las crisis económicas, quizá la mas importante es que en tiempos de dificultad se demuestra quien es un buen marino, en tiempos de crisis tenemos la oportunidad de mostrar quien es un buen directivo.

Gestionar una empresa en época de bonanza es más fácil que hacerlo en plena recesión, y las caídas de demanda son la gran oportunidad de los directivos para demostrar sus habilidades diferenciales. El buen marino vuelve a puerto, el buen directivo saca la empresa de la pereza en la que se cae en las fases expansivas.

En estos entornos es donde la gestión de la formación sale a la luz. Las empresas con un mayor grado de “know how” se adaptan mejor a las crisis por que son más dinámicas, poseen una visión mas clara del mercado y son mas flexibles.

Si el capitán de la nave se deja llevar por los nervios, la tripulación corre a los botes, si el directivo da seguridad a sus subordinados, la empresa ha dado su primer paso para superar la crisis. El buen marino cede el mando a sus mejores hombres y aparta de la dirección a los mediocres, de la misma forma la empresa debería seguir las palabras de Anne Urdy, presidenta de World at Work: “ha llegado la hora de evaluar a los profesionales, pagar a los mejores y tener la valentía de dejar fuera a los que no aportan valor”.

La mayoría de los jefes pierden el tiempo gestionando a profesionales que no tienen valor, es mas inteligente invertir en la formación de los que tienen talento y pensar en ellos en términos de largo plazo. La meta es conseguir el compromiso del talento con la empresa. Si al que mas contribuye se le forma y se le propone un proyecto interesante el rendimiento es del 150%.

Todo marino sabe que tras la tormenta llega la calma, la tormenta muy pronto cesará, muchas empresas no la superarán, pero aquellas que lo hagan sí tendrán muchas oportunidades, la formación le garantizará ser el primero en la línea de salida.



Juan Adsuara Segarra

Director Comercial de Area Consultores.

2 comentarios: